Show Notes
Una oportunidad perdida es siempre una fuente de pesar. Tenemos que estar muy atentos a las llamadas de la gracia de Dios. Dios es paciente, pero pensamos que hay otras fechas o posibilidades de ser “salvado” puede llegar a ser fatal. El tiempo es de Dios. La Palabra de Dios nos urge a encontrarnos con el Señor de inmediato, porque estamos perdidos.