Show Notes
Dios mío, no desistas, hasta que yo consiga tomar la forma que Tú esperas de mí.
Inténtalo de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que quieras, pero nunca me pongas en la montaña de fierro viejo de las almas. “
Para que un día yo también pueda decir…
“He peleado la buena batalla, He acabado la carrera, He guardado la fe.” 2 Timoteo 4:7