Show Notes
Hoy Dios nos ha permitido despertar. Es decir, abrimos los ojos, volvemos a la conciencia de estar en este mundo.
Cuando nos despertamos, nuestros sentidos se abren de nuevo y podemos contemplar todas las maravillas que Dios nos regala para que podamos ser felices.
A pesar de haber recibido este hermoso regalo de Dios, no siempre nos despertemos sintiéndonos afortunados de tener una nueva oportunidad en esta tierra; sucede que muchos de nosotros nos hemos quedado estancados en los lamentos, en los sufrimientos tanto del pasado como del futuro.