Show Notes
A veces nos olvidamos lo devastadoras que puedes ser nuestras palabras. La ira nos separa de los que amamos. Quebranta la relación íntima que todos nosotros deseamos compartir con nuestras familias.
Proverbios 29-22
El hombre iracundo levanta contiendas. Y el furioso muchas veces peca.
Pide a Dios que te ayude a mantener control sobre la ira.